Orientación Vocacional

Desde hacer varios años y por la naturaleza misma de mi actividad profesional, me he encontrado con la oportunidad de trabajar con jóvenes en edad preuniversitaria quienes me han buscado para que les ayude a decidir cual debería ser su carrera universitaria.

Y me buscan pues se han enterado que yo mismo he experimentado una crisis vocacional en mi paso por la universidad que me llevó a elegir una carrera que no era la adecuada.

El asunto conmigo es que dicha crisis me obligó a profundizar en el tema profesional y vocacional tratando de entender lo que sucedió mal en mi proceso de discernimiento.

Así, la búsqueda de respuestas me llevó a descubrir elementos muy interesantes en la materia y a entender por que el 80% de los estudiantes de último año de universidad argumenten no sentirse seguros de haber elegido estudiar la carrera correcta.

Lo que descubrí es lo que, de hecho, a nivel personal hizo que destinara mi vida a trabajar en lo que hoy hago (entrenar talento).

Pues bien, podría dedicar publicaciones enteras a exponer lo que aprendí en cuestión de orientación vocacional, más eso no es asunto de este blog. Sin embargo permítaseme decir que, en esencia, la clave para elegir una carrera radica en trabajar sobre el siguiente concepto: aprender a dar resultados.

Es decir, uno debe de elegir una carrera en base a la visualización personal que uno haga de los resultados que pretenda entregar a la sociedad en el futuro.

Todas las carreras universitarias son herramientas que educan para generar cierto tipo de resultados en ámbitos determinados.

Sí uno elige una licenciatura, está optando por ser experto en generar cierto tipo de resultados en su vida laboral. Si esta capacidad es verdaderamente demostrable y valorada, vendrán las recompensas económicas.

Un ingeniero, por ejemplo, lo es por que sabe dar resultados muy concretos en materia de optimización de recursos y operaciones. Un arquitecto sabe entregar como resultado un producto visible para el permitir el habitar humano. Un médico, de manera clara, ofrece como resultado salud. Y así, cada profesión se puede definir en términos de generación de resultados específicos.

Así, lo que un joven de 18 años debe de cuestionarse para elegir una carrera universitaria es ¿Qué resultados pretendo saber dar en mi vida profesional? o ¿si estudió esta carrera en específico qué resultados estaré aprendiendo a generar?

Esto nos lleva a concluir que en esencia, lo que uno está eligiendo al entrar a la universidad no es una profesión o una actividad laboral, sino más bien la capacidad de aprender a dar resultados en un ámbito específico y utilizando herramientas igualmente específicas.

La clave, no está en las materias, las instalaciones universitarias, el prestigio de la institución, la moda de la carrera, ni mucho menos en el gusto que se tenga por ciertas actividades (hobbies, intereses), sino más bien en cómo todo esto aporta en mayor o menor medida a los resultados que yo pretendo crear en mi vida profesional.

Así, son los resultados que uno visualiza ofrecer en el futuro el criterio que debe de regir la elección de una licenciatura universitaria.

Factor Humano

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MBA por el IPADE Business School fundador de Damian Business Coaching

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