El factor humano

Recuerdo que hace un tiempo, un empresario con el que dialogaba me decía en un tono bastante agobiado: José Luis, sin duda podría argumentar que el 80% de mi tiempo lo dedico a lidiar con temas de factor humano. 

¿Que le aconsejé? Que incrementara este porcentaje a un 100%.

Y es que en temáticas empresariales todo es factor humano (En realidad me cuesta trabajo pensar en una temática que no lo sea).

En este mismo sentido, otro empresario me hacía otro comentario similar: Si pudiera volver a estudiar una nueva licenciatura sin dudarlo escogería psicología. 

El empresario afirmaba lo anterior pues argumentaba que le resultaba especialmente difícil tener que atender los temas personales de sus colaboradores.

¿A que se debe esto?

Comencemos por decir que son dos las habilidades directivas base: tomar decisiones y gobernar personas.

Desde mi perspectiva (después de haber incluso incursionado en dos programas de posgrado en administración) puedo decir que es en la primera habilidad (tomar decisiones) en donde se suele concentrar el énfasis de la formación de los futuros líderes de empresas. En contra parte, en la segunda habilidad (gobierno de personas) es en donde los directivos reconocen tener menos herramientas para gestionar correctamente.

Esto quiere decir que, si bien estamos formando líderes capaces de decidir (formación técnica), no estamos formando líderes capaces de gobernar (formación humanística)

Una causa a esto la podemos encontrar en el hecho que, quien decide estudiar humanidades, requiere en primer lugar, una disposición especial hacia los elementos no necesariamente tangibles ni cuantitativos, lo que provoca, de inicio, que muchos líderes con tendencia y predisposición a lo meramente racional, se rehusen siquiera a considerar esta disciplina relevante.

Sin embargo el tiempo mismo ha ido poniendo de manifiesto cada vez con mayor clamor lo que en realidad siempre ha sido una constante universal (digamos que lo hemos sabido siempre): que hombre y mujer son la causa y el fin de toda actividad humana.

Una organización se inicia cuando dos o más personas, valga la repetición, se organizan.

También se puede decir que una organización tiene como objetivo crear valor y el valor solo existe en la medida que existe otro ser humano para validarlo.

Finanzas, mercadotecnia, producción, ventas, logística y desde luego recursos humanos, son áreas que se crean como parte de una empresa para gestionar el talento de personas especialistas que habrán de entregar resultados a otras personas quienes se verán beneficiados de la calidad de los mismos.

Y así podría continuar mencionando una gran cantidad de ejemplos que validen mi argumento de que el factor humano es inicio y fin de todo lo que se hace en una empresa, organización o comunidad.

Entendiendo esto, comienza a sonar lógico por que invitaba a mi interlocutor mencionado al inicio de esta publicación a incrementar su tiempo dedicado al factor humano a un 100%. De hecho, tratando de ser semánticamente aún más estrictos, podría mejor haberle dicho a aquel empresario que su afirmación podría considerarse errónea ya que, en realidad, jamás ha dejado de tratar el factor humano ni un solo segundo de su tiempo directivo.

Vaya, ni siquiera lo deja de hacer una vez que cierra la puerta de su oficina y se retira a casa, pues resulta que, a partir de ese instante, ese mismo factor humano vuelve a ser el epicentro de su siguiente actividad mental: su familia.

Así, siendo el factor humano, el elemento relevante de toda actividad empresarial, me resulta apremiante hacer la siguiente recomendación a todas aquella personas que deseen emprender una carrera hacia la cima del mundo (ser líderes): estudien Humanidades.

¡Créanme! Algún día el mundo mismo se los agradecerá.

Factor Humano

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MBA por el IPADE Business School fundador de Damian Business Coaching

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