¿Por qué comenzar algo es tan díficil?
No me queda duda.
Si he de responder cual es la parte más difícil de un proyecto mi respuesta será inmediata: comenzar.
Comenzar siempre es complejo ya que durante esta etapa estamos desporvistos de un recurso que suele jugar a nuestro favor en etapas posteriores. Este recurso es la inercia.
La inercia, esa fuerza cuya fuente de origen se encuentra solo dentro del movimiento mismo, es una gran aliada de quien la genera a su favor. El asunto con esta fuerza está en que, de hecho, hay que comenzar a producirla primero.
Y es que aunque suene paradójico, así es. Comenzar siempre es difícil por que no se tiene inercia, mas no se tendrá esta última hasta que no se haya comenzado primero.
Así, la primer etapa de un movimiento (lease cualquier emprendimiento, reto o proyecto) siempre es la más dificil precisamente por que requiere de un mayor esfuerzo y esto gasta mucha energía, pero una vez habiendo librado esta etapa, la inercia generada por el movimiento mismo ayuda a que el trabajo posterio se vuelva más sencillo y accesible.
Por esto, lo importante siempre es empezar, no importa cómo. Tan solo empieza. Lo que habrá de suceder después será asunto de otra materia.
¿Tienes una meta que lograr? Proponte como objetivo empezar, no más que eso. Comienza y el resto se irá dando después.
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